Lavar los platos es una noble tarea para la que nunca encuentro inspiración.
Pasear el perro es un momento de distracción y relax; pero la necesidad imperiosa de hacerlo varias veces al día durante todos los días del año, me pudre un poquito la existencia.
Disfruto mucho cocinando; pero no todos los días quiero permitirme ese tipo de disfrute. Conozco todos los deliverys del barrio, y el hígado a veces me pide misericordia.
Tender la cama ya no es un problema ¡Alabado sea el edredón que se estira y todo lo cubre!
Barro y limpio cada tanto, cuando ya se empieza a juntar: barro.
Es claro que el orden ya no forma parte de mí.
Llevo unos cuantos meses alimentando esta vida de soltero.
Tiene un encanto particular, un aire de libertad renovador y un toque introspectivo y melanco, que ya es nota de identidad en este cheff.
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Hace 2 años
- Lavar los platos solo cuando ya no quedan más para usar.
ResponderEliminar- Andar el joguineta todo el día y sin peinarse ni maquillarse
- Mirar tele CON VOLUMEN hasta cuando se te canta
- Dejar tirada la ropa hasta que se te ocurra que ya no querés verla ahí
- Disfrutar los días silentes
Ahora... todo tiene sus pro y sus contras:
http://yyoconmigo.blogspot.com/2007/05/el-hombre-de-la-bolsa.html
(me auto cito, obvio!)
http://yyoconmigo.blogspot.com/2007/05/el-hombre-de-la-bolsa.html
ResponderEliminarAh! Mirate pasando el chivo en los comentarios, que atorrante! Buenísimo. Tiene que ver la autocita de la autoseguidora.
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