miércoles, 19 de agosto de 2009

CRONOS PIO

El gran Julio nos enseñó que nadie regala un reloj solamente, sino también todo lo que el reloj disimula en su malla.

Baste figurarse uno de esos días en los que la agenda viene muy comprometida y sobregirada desde su formación.

Los divulgadores berretas han elaborado escalofriantes formas de presentación de datos, tales como la sumatoria de todas las horas que uno duerme en su vida... y que a los treinta, uno estuvo despierto solamente veinte años. (Y veinte años no es nada).

Las comparaciones devienen odiosas cuando uno está vulnerable: Hendrix y Janis Joplin murieron a los 27, Batato a los 30, Jesucristo a los 33.

El problema no es que el tiempo sea tirano, sino que uno no tenga el coraje de hacer valer su derecho de resistencia a la opresión.

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