miércoles, 26 de agosto de 2009

ALERTA 1

A veces, la realidad nos sorprende y nos deja sin respuesta. Por lo menos a nosotros, los lentos.

Imagino útil contar con un petit archivo de reacciones premoldeadas para campear la situación. Activarlas, nos da tiempo para pensar cuál es la salida de la autopista que realmente nos conviene tomar para llegar a destino.

La casuística es amplia e inabarcable: Para las situaciones de mayor habitualidad, el todo social ya acuñó frases hechas y cliches, de los cuales intentamos escaparnos cuando estamos lúcidos. Pero es para las situaciones que tienen tanto de improbables como de trascendentes, que tendríamos que contar con una salida personal, ingeniosa y prefabricada.

Por ejemplo, si se nos aparece el genio de la lámpara y nos da la posibilidad de cumplirnos tres deseos, hay que tener pensado desde antes cómo sacarles mejor el jugo sin caer en ninguna causal de nulidad. Caso contrario, la impresión por ver desplegarse un espectro mágico en nuestras narices, puede detonar sorpresa, vacilaciones y silencios que echarían a perder una gran oportunidad.

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