Lástima que hoy me marmotié y me perdí el día de descuento en el super, porque la semana viene de primera:
-Aprendiendo de los últimos de la fila cómo recibir elogios;
-Tronqueando troncamente;
-Asumiendo que debo empezar urgente un curso acelerado de plomería;
-Alternando con viejos conocidos casi con naturalidad;
-Llegando a buenos puertos en terapia;
-Amalgamando un varieté, que pinta de la hostia;
-Superando el fantasma de la gente sin swing;
-Disfrutando sin culpa la agonía de mis enemigos;
-Operando lentamente viejos asuntos del estudio;
-Superando callejones truncos en los que solía doblar para el nuevo monólogo.
Al final, la felicidad se construye con la suma de pequeñas alegrías diarias.
Sin editar
Hace 2 años
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