martes, 6 de octubre de 2009

CRIMEN

La plata es de él. De ella fue la decisión de separarse. Los hijos eran de los dos.

La casa es de él. Ella no tenía donde irse. Los hijos se quedaron con ellos.

La fuerza era de él. Ella no podía defenderse. A los hijos los dopaban para que no escuchen.

El poder lo manejaba él. Ella no pudo salirse de esa lógica. A los hijos les iba mal en el colegio.

La mejor posición social, la tenía él. Ella escuchaba de sus amigas que ya todo iba a mejorar. Los hijos se enfermaban con frecuencia.

El no aceptaba la decisión de ella. Ella no tenía nadie a quien recurrir. Los hijos se dormían en la clase.

El pensaba que ella cambiaría de opinión. Ella consultó a una abogada. Los hijos hablaban en voz baja.

El reafirmó que no pensaba irse. Ella no encontró amparo en la ley. Los hijos se encerraron en fantasy.

El descargó la ira en su maxilar. Ella dijo que se había tropezado. Los hijos no hablaron con nadie.

El suponía que ella tenía que entender. Ella sentía que no podía irse. Los hijos se encerraban en el baño.

El hacía su vida normal. Ella vivía angustiada. Los hijos no se reían ya de nada.

El compró un arma. Ella hacía las compras. Los hijos en la escuela.

El la espero en la casa. Ella respiró hondo antes de entrar. Los hijos en recreo.

El la amenazó. Ella lo arañó. Los hijos tomaban distancia.

El sacó el revolver. Ella gritó con fuerza. Los hijos caminaban en fila.

El escondió el cuerpo. Ella sangraba. Los hijos escuchando a la maestra.

El está preso. Ella está muerta. Los hijos, huérfanos de justicia.

6 comentarios:

  1. Tu forma de escribir es hermosa, impactante, conmovedora, simple, directa, feroz.
    La historia es terrible, real, desgraciada, cruel y fundamentalmente feroz.

    Yo, hoy, soy un poco caperucita...

    Besos!

    L.

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  2. Brutalmente hermoso

    saudades

    belén Cianferoni

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  3. Agradezco sonrojado... y otro crimen quedará sin resolver. Belén: saludos al amigo 9000.

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  4. Si... yo no sé por qué, Sargento: me lleva al destacamento, si cuando comenzamos a nacer la mente empieza a comprender que somos dos y tenés vida.

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