lunes, 9 de noviembre de 2009

LA BRUJITA VERÓN Y LAS SOLTERAS DE TREINTIPICO

El árbitro está a minutos de pitar el final. El tiempo expira. El empate no sirve. El mundial se acaba para nosotros.

La cámara enfoca al estratega del equipo en posesión del balón. No corre desesperado para aprovechar hasta el último instante de partido. Camina despacio. Pensando cada paso. Reservando energías para un pique corto decisivo.

La TV le llevó al mundo la imágen del capitán pidiendo tranquilidad a sus compañeros, en lugar de correr ciegamente hasta el desgarro.

El gol no llegó. Quedamos afuera. Las fieras no tardaron en devorar al ídolo y sacrificarlo en el altar público para expiar la tragedia.

Aquel 2002, Verón no quiso ser como una soltera de treintipico.

¿La mente concentrada tan solo en que se acaba el tiempo? ¿Correr desesperadamente aumenta la chance de convertir o de que convierta el rival? ¿Por qué no jugar los últimos cinco como los primeros? ¿Acaso no duran -cada uno- los mismos sesenta segundos?

A los diecisiete, el primer amor, el que fantasiosamente se cree definitivo, se lo hace pasar por todas las pruebas, por todos los filtros y controles de calidad.

La jugada entonces se hilvana con providencial fineza. Pero producido el desencanto del amor inicial, la táctica se olvida y -a medida que pasa el tiempo- se empieza a correr desordenadamente detrás de la pelota.

Se corre más, se cansa más; parece que se juega más a la ofensiva, pero lo único que se logra es descuidarse en defensa (y perder dos a uno también te dejaba afuera de la copa).

¿Es la maternidad un objetivo en sí mismo? ¿Justifica correr desesperadamente a los brazos del primer donante de material genético que no desentone con el ideal de príncipe de ensueño que gustan figurarse?

No hay que olvidar a Verón, mártir de la ansiedad colectiva.

La pelota al piso, la cabeza despejada, la vista en alto viendo la jugada global... y si el gol no viene, será porque no tenía que ser... porque no cierran los puntos producto de derrotas anteriores. Porque se dio así.

Sabido es que el futbol, siempre da revancha.

10 comentarios:

  1. 1- cuando tengas ovarios charlamos lo del reloj biológico! :P

    2- a los hombres también les pasa (lo he visto! lo he visto!)

    3- que bueno, entonces, que con mi 'primer amor' haya sido como fui

    4- dejen de justificarlo a Verón en 2002, por favor!...

    Beso! :)

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  2. 1- Argumento ad-hominem (persuasivo pero falso, desacredita al interlocutor por cuestión de género, no por argumento);
    2- Si, seguro. Buena línea de desarrollo.
    3- Amplíe o haga link a la etiqueta.
    4- En el momento lo destruí sin procesar. Con el tiempo lo entendí.
    Beso!

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  3. 1- no te equivoques! sos vos el que dilapidó por género! (sino, fijate el item 2 de mi primer comentario)
    2- te das cuenta?
    3- ja! long story short? ni lo sometí a tantas pruebas ni pretendí que dure para siempre...
    4- yo te diría que con el tiempo él se esmeró para revertir la imagen... no me olvido del esquive de pelotas de esa madrugada (no me olvido, posta)

    Beso

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  4. (en serio puse 'dilapidó'??? uydió!...


    léase: condenó)

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  5. EL amor de los 17 en mi caso llegó a los 18 y la verdad es que no pasó muchas pruebas, era todo lo contrario a lo que hubiera imaginado para mí, mayor, bastante mayor el 37 y yo 18, panzón y con bigotes. Igual me enamoré perdidamente y aclaro no era el sargento garcía.
    Tengo 30 y ganas de tener hijos hace tiempo, más que nada porque quiero ser madra jóven, puedo escribirlo acá en tu blog porque si lo escribo en el mío no hay hombre que se me acerque a quilómetros a la redonda.
    QUiero tener hijos es cierto, pero primero quiero estar bien sola, felíz, con mi trabajo , viviendo sola, hay cosas que quiero me sucedan.
    Luego encontrar aquel hombre con quien proyectar, con el cual me imagine ese futuro. Antes tienen que pasar muchas cosas, o no, nadie sabe lo que puede suceder. Eso si, casarse por casarse, o hijos en carrera, no!

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  6. Cafe: 1- No importa, te quiero igual; 2- No lava la contundencia de la 1 original, pero no importa, te quiero igual; 3- Je!; 4- Olvidar cosas malas también es tener memoria.
    Dolo: Gracias por la confianza. Coincido. También hago apología de la soltería bien entendida. Hiere el trazarse una meta porque sí, olvidándose de la esencia (hablo desde la cicatríz).

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  7. che... qué escéptico me sonó es '3- je!', pucha!


    (y dale, ni da tener la charla de los buenos y malos recuerdos y de lo que es tener memoria con Verón de disparador!)

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  8. Con el tiempo uno se va volviendo más canchero, me parece. Ya no va a venir una mina cualquiera con una gambeta más o menos bien hecha a meterte un gol sin que te des cuenta. Hueles cómo van a hacerte la jugada con pelota parada desde mucho antes que apunte el chanfle. Con la edad incluso he ido salteando pasos, sabiendo que los porrazos, cuando uno juega por la llera (como decimos aquí), tienen que doler menos. Aunque no necesariamente.
    Saludos

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  9. yo prefiero no trazar más y vivir. Estoy ahora, recién a esta edad, empezando a definir mis deseos reales y darles el lugar que merecen. asi que no más planear al pedo.
    beso
    D

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  10. Juan: Dicen que el mayor triunfo del diablo es hacernos creer que no existe. Ojo, que siempre aparece la mina que te hace quedar en off-side.

    Dolo: Como en el Río Babel: fluir sin un fin más que fluir... y disfrutar del proceso en vez de enloquecerse por las metas.

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