martes, 19 de abril de 2011

RESERVA

Es claro que después de una separación viene el período de duelo; pero no es tan claro cuando termina.

Uno puede darlo por terminado mentalmente, sentir nuevamente la actitud ganadora, retomar la iniciativa... pero inevitablemente está falto de futbol. Llega tarde a disputar balones clave, no lee bien las jugadas, se come los amagues y termina cometiendo fowl u otro tipo de falta que interrumpe el sano desarrollo del juego.

Paralelamente, el entorno solo habla de las jugadas de Messi, mientras uno ni siquiera está para ir al banco de la reserva y sería más parangonable como un Quique Hrabina del amor.

A veces uno cae en las jugadas de otro, pero hay que mantenerse en claro y no volver a rodar en historias complicadas... ¿para qué? Si ya tuvimos varias y todas terminaron en desazón.

Ahora está en claro que el standard pasó a ser "una morocha pilas que se ría". El tema es que el dato sigue siendo bastante amplio aún.

No hay comentarios:

Publicar un comentario