miércoles, 10 de marzo de 2010

DECEPCIÓN

Deseaba un sí. Esperaba un sí.

La silenciosa vigilia sembró dudas.

Llegó un no. Impersonal, distante, casi anónimo. Sin fundamento preciso que contribuya a mi superación.

Recibí talentos y quiero potenciarlos. Me fijé objetivos y busqué el camino que creí más idóneo. Pero su traza no apareció donde fui a buscarla.

Recién este año pude equilibrar mis cargas para encarar esa senda. Creo que ya no podré volver a hacerlo.

Es sugestivo que tras tus pasos, descubra más Misteriosa a esta Buenos Aires.

Un hombre no se valora por los golpes que puede dar, sino por los que es capaz de recibir y sobreponerse.

Este tropezón -esta decepción- no es caída.

1 comentario:

  1. Ya vendran tiempos mejores...o peores. La joda es seguir peleandola. Animo.

    ResponderEliminar