jueves, 15 de abril de 2010

BENITO

Benito sabe cómo ser felíz.

Se acerca a lo que le gusta y se aleja de lo que no le gusta. Mantiene despierto su espíritu festivo y no pierde oportunidad para demostrar su alegría.

Benito se conforma con lo que tiene, pero si quiere probar nuevos sabores, se las ingenia enseguida para hacérmelo saber. Va por más.

Tiene convicciones firmes y es gruñón. No es demasiado sociable con sus congéneres, pero a los que acepta, los acepta con todo el corazón.

Benito me pone sobre aviso de todo aquello que a él le parece relevante. En general no valoramos la importancia de las cosas de la misma manera, pero me tiene al tanto igual.

Con Benito tenemos juegos que a los dos nos gusta jugar y nos permiten volver a ser chicos.

Solo pide de mi: que le mantenga el agua limpia, que lo provea de alimento y lo saque a pasear al menos dos veces al día.

A cambio, me recuerda su fórmula para ser felíz.